Campo sud
He ahí un saco de carne y sueños,
cuerpo crepuscular,
yace sobre un catre
oxidado por el sudor del trabajo en tierra
El estruendo del granizo contra las calaminas
los ecos airosos de bravas pajas
el extinto palpitar de balidos
le ensordeció
Una faja de hebras multicolor
Sostenía su cintura cansada
hebras tejidas que cedieron
al final del tiempo de Anata
Recorrió las cortinas de par en par
Dejando entrar la luz añil
del altiplano que le sonrió melancólico
Preparó el aguayo para llevar su última carga,
se enredó entre el doblez
He ahí el saco de carne y sueños
Esperando a que lo recojan los nevados
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