Los otros (Lxs otrxs) ¿Qué sería de nosotros, los temerarios e ilusos, sin caer de vez en cuando en la miseria? ¡Ah! Seriamos idealistas por completo si es que no inventáramos diariamente un propósito ecléctico para liberarnos de la culpa de vivir. Sincerandonos, a veces poco y a veces mucho, nos concierne hacer buen uso del espacio y tiempo que ocupamos en la vida de alguien o en la propia, depende si nos levantamos con el pie izquierdo y de paso, tratamos de adquirir las ventajas de ser zurdo. No creemos en el escarmiento, sin embargo, cuando nadie nos mira bramamos un grande “amén” por si a pesar de todo, alguna causa desinteresada pasa por detrás del Espectáculo Humano. Y si nos dicen que exageramos cuando exigimos justicia por nuestro niño interior exterminado, hacemos una escena en la calle, no con llanto sino con dinamita. A los que piensan demás, a los de sonrisa escaza y a los que aman el fracaso de cada día porque ya encontraron el fruto de la satis...
El sol es rojo El algodón hecho cuerda quedó sin nudos A la fuerza me los quitó La dictadura del acomodado revolucionario Dios de los ciegos prestados de Saramago Tortura, uñas, manos, nudos. ¡Domina el manual rojo! El sol es rojo Los rayos verdes La banqueta y el pensamiento son primos hermanos Son siete reglas que profesa el cabeza de nudo Sentado aún en la banqueta, con ira, con celos Inmóvil, hago un comentario silencioso La cuerda está viva, me vuelve a atar hasta dejar neutras mis manos Pero el sol sigue siendo rojo. Me regocijo en el, en nos, en la lucha Maldigo no ser libre de escoger su color.
Si es que algo nunca hice Fue ser sutil Ser (sutil) es existir a medias Es morderse la lengua mientras un vejete escupe todo lo que quisimos decir traducido en FLUIDOS ESPESOS. Dejar de serlo consiste en nada más ni nada menos que licuar la d(e)uda con la expectativa y esperar a que pase lo que NO tenga que pasar.
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